Cuando se buscan resultados profesionales en los proyectos de construcción, las herramientas adecuadas facilitan ese trabajo. Una de ellas es la alisadora de cemento, la cual básicamente le da un acabado reluciente, aumentando la fuerza, durabilidad y que sea más lisa.
Hay que notar que esta herramienta no se utiliza para aplanar, el cemento debe haber sido aplanado por una aplanadora, luego de esto es que entra la alisadora, para darle el ultimo acabado duro y liso.
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Seleccionar la alisadora correcta
Las alisadoras pueden ser eléctricas o a gasolina/nafta, siendo las de gasolina usualmente más poderosas. Estas pueden ser de entre 5hp a 25hp, las superiores a 15 son normalmente las dobles, que tienen un asiento para el usuario.
El diámetro también puede variar siendo las de menos de 800 milímetros para trabajos en áreas pequeñas, lugares cerrados o hacer reparaciones; y las de 800 a 1200 milímetros, incluyendo las de doble cabezal, para áreas amplias como aeropuertos, depósitos, fabricas, etc.
Es importante que la alisadora de cemento sea capaz de funcionar de manera suave y balanceada, pero que también de la posibilidad de ajustarla fácilmente, si llegase a desnivelarse o desalinearse. Ya que una alisadora inestable, más bien dañaría el trabajo.
Claro, tampoco hay que olvidar sus sistemas de seguridad, ¿Tiene suficiente protección en las aspas? ¿algún sistema de apagado de emergencia? ¿Protección eléctrica?
¿Cuándo usar la alisadora?
Lo más esencial para usar una alisadora, es saber cuándo usarla, ya si se hace muy temprano, esta, o el usuario, romperá la superficie del cemento. Otro problema que puede presentarse, es que se selle demasiada humedad debajo de la capa dura que deja el alisado, lo que hace que se retarde el tiempo de secado, que a su vez causa variaciones en la consistencia.
Siguiendo los pasos presentados a continuación, será más fácil alcanzar ese resultado sin defectos que se busca con esta máquina.
- Hay que esperar que el cemento esto lo suficientemente duro como para soportar el peso de la máquina y el usuario, una guía bastante aproximada, es cuando el usuario pueda poner un pie en el cemento sin que se hunda más de 3 milímetros.
- Después de esto, se hace el primer pase, el cual debe hacerse de manera lenta y uniforme, siguiendo líneas rectas, sin hacer curvas en medio del área en la que estemos trabajando, sino más bien de un lado al otro. El usuario debe caminar delante de la alisadora, para esta repase sus huellas.
- Luego, se hace otra pasada para corregir cualquier error cometido o marcas que hayan quedado.
- Al final, cuando se esté satisfecho con el trabajo, se espera a que la superficie esté seca, para hacer la última pasada con aspas de acabado, una guía para saber cuándo este lo suficientemente seca, es tocándola con la mano y que no queden partículas de cemento adheridas a ella.
Con materiales de alta calidad y utilizando las herramientas de manera adecuada, podemos hacer que el producto final sea casi perfecto.